La primavera, la sangre nos altera…
Ésta es la estación preferida por mayoría de gente, ya que comienza a hacer más calor, los días se hacen cada vez más largos, todo tiene un color especial, comienzan a nacer hermosas flores, los animales comienzan sus cantos…
Pero ¿alguien se ha parado a pensar en los agricultores? Por estas fechas deben preparar las tierras y disponerse a sembrar los frutos que serán recogidos posteriormente.
Aunque esto para mucha gente de la ciudad será casi desconocido, además esta profesión ya casi no se ejerce, excepto algún pequeño pueblo (como el de mis padres y cuatro más…).
Para reforzar más mi desencanto con la primavera pondré ejemplos que estén mas al alcance de todos nosotros…
Pensemos en los alérgicos (al polen, claro), estos días son horribles (y más cuando viene una primavera “fuerte”, es decir, un año en que haya llovido mucho durante el otoño e invierno supondrá mayor número de flores y más polen para los alérgicos) mientras todos los que no son alérgicos disfrutan de la llegada del calorcito, en los parques rodeados de flores… los alérgicos disponen de un gran numero de pañuelos en la mano (para los estornudos) además de tener los ojos llorosos…
Y otro ejemplo, ahora de los estudiantes (me refiero a los que de verdad estudiamos, no a todas las personas que van a clase a pasar el rato), nos encontramos a finales de mayo o inicios de junio, es decir, exámenes finales, te juegas todos el curso (o la mayoría) en esos exámenes; te asomas un segundo a la ventana de tu habitación ya que deseas descansar unos minutos y un rayo de sol entra en tu alcoba, además, ves a mucha gente paseando en manga corta por el parque de enfrente de tu casa…¡¡pero no!! Tienes que estudiar para aprobar…
Con todo esto expreso mi desacuerdo a cerca de la belleza de la primavera, prefiero el invierno (aunque hace bastante frió…) y cien mil veces mas: el verano, cuando verdaderamente hace calor, no hay alergia (o por lo menos en menor grado) y si as aprobado el curso, no tienes que estudiar, ya que estamos de vacaciones…
Pero ¿alguien se ha parado a pensar en los agricultores? Por estas fechas deben preparar las tierras y disponerse a sembrar los frutos que serán recogidos posteriormente.
Aunque esto para mucha gente de la ciudad será casi desconocido, además esta profesión ya casi no se ejerce, excepto algún pequeño pueblo (como el de mis padres y cuatro más…).
Para reforzar más mi desencanto con la primavera pondré ejemplos que estén mas al alcance de todos nosotros…
Pensemos en los alérgicos (al polen, claro), estos días son horribles (y más cuando viene una primavera “fuerte”, es decir, un año en que haya llovido mucho durante el otoño e invierno supondrá mayor número de flores y más polen para los alérgicos) mientras todos los que no son alérgicos disfrutan de la llegada del calorcito, en los parques rodeados de flores… los alérgicos disponen de un gran numero de pañuelos en la mano (para los estornudos) además de tener los ojos llorosos…
Y otro ejemplo, ahora de los estudiantes (me refiero a los que de verdad estudiamos, no a todas las personas que van a clase a pasar el rato), nos encontramos a finales de mayo o inicios de junio, es decir, exámenes finales, te juegas todos el curso (o la mayoría) en esos exámenes; te asomas un segundo a la ventana de tu habitación ya que deseas descansar unos minutos y un rayo de sol entra en tu alcoba, además, ves a mucha gente paseando en manga corta por el parque de enfrente de tu casa…¡¡pero no!! Tienes que estudiar para aprobar…
Con todo esto expreso mi desacuerdo a cerca de la belleza de la primavera, prefiero el invierno (aunque hace bastante frió…) y cien mil veces mas: el verano, cuando verdaderamente hace calor, no hay alergia (o por lo menos en menor grado) y si as aprobado el curso, no tienes que estudiar, ya que estamos de vacaciones…
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